5 estrategias que comencé a aplicar para dominar mis nervios.
Si estás leyendo este artículo es porque te ves como una persona introvertida, te relacionas de cerca con personas introvertidas o porque simplemente deseas saber las 5 estrategias que comencé a aplicar para dominar mis nervios. Cualquiera que sea el caso ¡me encanta que estés aquí y te doy la bienvenida!
En esta serie de artículos titulado Introvertidos e Intencionales voy a regalarte estrategias poderosas de cómo ir de ser una persona introvertida a ser un líder intencional para liberar tu potencial en cada área de tu vida. Mi propósito es que en cada artículo encuentres información que te sirvan de herramientas para eliminar el auto-sabotaje que te separa de tener más y ser mejor. Así que espero que así sea y por favor siente la libertad de dejar comentarios. Háblame de lo que a ti te ha funcionado o de la manera que esta información te puede apoyar a vivir una vida intencional y exitosa. 📷 ♥
Con mucha frecuencia las personas me dicen que quisieran ser extrovertida como yo. Algo que personalmente solía asombrarme porque no soy de ninguna manera una persona extrovertida.
¿Por qué entonces la gente hacía (¡y hacen!) ese señalamiento con tanta frecuencia?
La respuesta es porque soy una persona introvertida pero también una líder intencional. Justo por esto es que decidí escribir en mi blog esta serie titulada Introvertidos e Intencionales para compartirte las herramientas o estrategias que me han funcionado para que el éxito esté de mi lado.
Hace mucho tiempo atrás entendí que ser introvertida es mi estado natural y que mientras pretendiera no serlo el resultado siempre iba a ser cansancio e insatisfacción personal porque en mi interior- yo sabía que ser extrovertida no estaba entre mi cualidades de fortalezas. Así que hice la paz con eso porque la verdad es– que el estilo introvertido tiene su encanto en las relaciones interpersonales. Sólo necesitaba aprender a manejarlo con buen arte.
Cómo aprendí a manejar mis nervios.
Todos saben que el estilo introvertido suele ser menos expresivo y no exactamente nos encanta ser el foco de atención. En mi caso, mi pasión siempre a sido equipar, enseñar a otros cómo mejorar algo en su liderazgo a través de la práctica activa de sus talentos. Esto es algo que requiere exposición, así que siendo introvertida podrás imaginarte que no era algo fácil de manejar.
Cuando comencé activamente mi práctica como Coach de vida y liderazgo transformacional, facilitar talleres y procesos era mi manera de poner en acción mi pasión y de ganar dinero profesionalmente. Manejar mis nervios ha sido uno de mis grandes retos en el pasado y aún en el presente. La diferencia ahora es que ya sé cómo tener el control de ellos de modo que no afecte de manera negativa mi comunicación, concentración ni imagen.
Algo que pude ver claro en este proceso es que para aplicar nuevas estrategias, también es importante dejar de utilizar las que no nos funcionaron previamente. Dejar hábitos disfuncionales es tan importante como integrar nuevas y poderosas estrategias de éxito para facilitar cambios en nuestro futuro.
#1 Eliminé el hábito de dejar a la suerte lo que estaba en mi control.
Aprendí sobre el valor y la influencia de la información.
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Para mí fue un a gran sorpresa el descubrir que si estaba bien informada no tenía que sentirme insegura. Solo necesitaba estar clara de que la información que ganaba en el proceso de preparación era correcta y de buenas fuentes.
Luego, comencé a practicar la fe aplicada-que es el tipo de práctica que no deja nada al universo hasta que hice todo lo que estaba de mi parte. Como resultado la confianza de estar bien informada influenciaba mi seguridad personal. Ese proceso de preparación hace toda la diferencia.
#2 Comencé a enfocar en mi pasión más que en pre-disponer lo que sucedería.
Poniéndolo en otras palabras dejé de ser negativa/pesimista y comencé a ser realista. El peligro de fracasar en la vida es real; pero el miedo a fracasar es opcional. Desde que soy una persona que se prepara intencionalmente he sabido minimizar los factores de sorpresa y eliminar los factores de fallo manejando responsablemente todo lo que sí está en mi control. esto me apoya a ser inteligente ante el miedo porque entiendo que proviene de algo que pudiera pasar. Esa posibilidad no se materializará a menos que yo le de ese poder de manifestación. Así que no se la doy.
Comencé a enfocarme en lo que más disfruto de estar en ese momento. Y eso es equipar sobre los temas que me apasionan. Me disfruto la oportunidad presente de dejar mi huella y eso me hace vibrar el alma. Ante eso, ¿quién tiene tiempo para el temor si todo lo que me hace mejor en mi profesión (y vida) viene del amor? El miedo pierde poder cuando me disfruto la oportunidad de ser útil para otros.
#3 Solté el Libreto.
Como persona que se prepara sin importa la ocasión, yo necesitaba escribir lo que quería decir y condicionaba los escenarios de mi vida para asegurarme que decía lo que era necesario decir. Pero, ¿qué sucedía cuando necesitaba más creatividad que inteligencia para manejar una situación de reto en un adiestramiento, equipar a un equipo ó simplemente llevar una buena conversación?
¡Nervios otra vez!
A la fuerza aprendí que el libreto es sólo una guía. Sostener una conversación interesante que aporte con una audiencia ya sea con uno ó con cien; requiere creatividad. Necesitamos confiar en nuestra capacidad de ser creativos. Algo que encontré mucho más simple cuando lo complemento con mi preparación. Cuando nos preparamos somos competentes y cuando nos preparamos más utilizamos nuestra creatividad activamente somos altamente efectivos.
Manejar mis nervios ha sido uno de mis grandes retos en el pasado y aún en el presente. La diferencia ahora es que ya sé cómo tener el control de ellos de modo que no afecte de manera negativa mi comunicación, concentración ni imagen.
#4 Dejé de asumir y comencé a preguntar.
Con frecuencia me posicionaba a mi misma en un lugar incómodo porque me frenaba de preguntar detalles sobre el evento y sobre la audiencia que iba a servir. Todo porque temía incomodar a la otra persona al cuestionar específicos sobre la actividad
Como resultado, no estaba clara de lo que era esperado de mi –ni ellos sabían lo que yo esperaba de los organizadores. Así que algo siempre faltaba y alteraba significativamente el aprovechamiento y el posible impacto que yo anticipaba tener. Entonces comencé a preguntar porque el precio de no hacerlo era muy alto.
Aprendí a tomar la iniciativa al momento de relacionarme.
Algo que no hacemos con frecuencia los introvertidos cuando hablamos de relaciones. Algo que es importante recordar si eres una persona introvertida, es que conectar y exponernos es una elección diaria que sólo mantienes viva siendo intencional. Tomar la iniciativa de comunicar a propósito lo que necesitas -o- lo que dudas es una manera de ser intencional. Para mi progreso, tomar la iniciativa de preguntar y aclarar dudas hizo toda la diferencia del mundo.
#5 Dejé de aceptar todas las ofertas.
Tan pronto comencé mi práctica- como todo el mundo mi meta era prosperar. Comencé a aceptar todas las oportunidades que me daban para exponerme pero después de algún tiempo me di cuenta que necesitaba ser selectiva. La razón para esto es que no toda oferta apelaba a mis fortalezas, sino a audiencias y tópicos fuera de mi dominio. Cuando ese era el caso, por estar operando desde mis áreas débiles, el impacto que hacía era limitado y mi satisfacción emocional era poca. Terminaba más drenada que empoderada. Así que aprendí que no toda oportunidad es una buena oportunidad para hacer lo que queremos lograr. Utilizar la ley del momento oportuno es sabio.
Si alguna de las anteriores te aplican, ¿Qué tal si comienzas hoy a aplicar una o varias desde hoy en adelante? Verás inmediatamente el progreso en tu estado de ánimo, tu seguridad y paz mental.
¡A practicar!
XX,
